Sentimientos encontrados.
Por un lado, es cierto que Katakuri era soso a más no poder y que el personaje necesitaba matices, pero no creo que este sea el toque que requería. Resulta recalcitrante que Oda también se haya ido por la glotonería y la concupiscencia en una saga en la que todo y todos orbitan en torno a lo mismo y en la que también, el baluarte de seriedad alejado de la ridiculez, tenga tics de su madre.
Que a ver, es hasta cierto punto lógico darle rasgos de personalidad de Mam, pero resulta pesado. De un tiempo a esta parte, Oda juega demasiado con el absurdo y el ridículo para todo. Los dos Emperadores que quedaban por presentar son dos gilipollas, muy poderosos, sí, pero gilipollas perdidos, uno y otra. El shichibukai que quedaba por presentar es gilipollas perdido también. Oda abusa de los gilipollas y creo que la historia ha involucionado un poco en este sentido. Echo de menos a un puñetero enemigo psicológicamente estable.
Oda está teniendo problemas para envejecer su obra, el público adolescente que seguía la historia en 2002 tiene ya treintaypico años, y lo que funcionaba entonces no tiene por qué funcionar ahora, porque a veces cae en la autoparodia ya. El público envejece y la obra tiene que saber madurar también, al menos un poco, y dar cierto toque más adulto de vez en cuando, aunque siga tirando de lo que la hacía grande hace años.
Antes teníamos personajes como Arlong, Crocodile o Kuma, que cumplían el rol de enemigo y lograban ser personajazos sin recurrir a la estupidez y al absurdo para todo. Echo un poco en falta un poco más de equilibrio en este sentido, porque ahora todo nuevo villano que sale (a excepción de Doflamingo, que tampoco dio la talla por lo mal desarrollado que estuvo al final) vadea entre la imbecilidad absoluta y el poder absoluto.
Y sí, antes teníamos este tipo de personajes también, pero con un equilibrio distinto. En Arabasta podíamos tener a Bentham, a la tía topo y al retrasado del bate, pero el antagonista era un antagonista psicológicamente normal, desde su posición de villano y resultando épico.
Cocoyashi podía tener que Hacchi, que era gilipollas también, y a Chew, que resultaba ridículo. Pero contrapone con el propio Arlong y con Kuroobi.
Incluso Teach, tiene momentos también de estupidez. Pero dudo que Shilliew vaya a mostrar estos tics gilipollescos. Hay cierto equilibrio entre lo épico y lo absurdo. Ahora no lo encuentro.
Un tío que en un capítulo dice que la Cuarta marcha es interesante, que al capítulo siguiente dice que no lo va a subestimar pero lo primero que hace es subestimarlo, ¿para qué? Para irse a comer. No es una reacción natural, ni es algo que, en realidad, le de profundidad al personaje. Sólo es repetir un gag que rompe la tensión (en un momento que debería ser tenso) y que encima ya hemos visto en su madre.
Es inconcebible, (y habría sido un truño) que un Crocodile, en plena batalla hubiese parado a Luffy porque tiene un trastorno obsesivo compulsivo con... no sé, cantar. Y aplace el combate para ponerse a cantar a una hora concreta, porque en realidad su sueño es ser vedette y nadie lo sabe.
Pero es que el personaje además, por alguna razón que no se comprende, se avergüenza de su glotonería en una tripulación en la que el propio referente hace alarde. ¿De dónde le viene esa pose digna falsa? Si nada le obliga a asumirla, ni tiene razón de ser que lo haga. Sólo es una excusa para implementar el gag y para alargar y alargar un combate en el que Luffy tenía que haber usado la cuarta marcha hace dos capítulos ya.
Y no, no le estoy pidiendo a los personajes una profundidad excesiva, porque Oda nos ha colado joyas como Fisher Tiger con un conflictazo serio de xenofobia en el que no caben este tipo de estupideces cartoon. Que una de las virtudes de One Piece, es el toque, pero con el equilibrio.
Redon escribió:Yo creo que lo que ha descubierto Luffy es que si Katakuri usa la Ambición con "rasgos de dinastía", no puede usar la Ambición con "rasgos de observación". O sí puede usarla pero a un nivel mucho más bajo que en condiciones normales, siendo incapaz de predecir el futuro como suele hacer.
Es bastante posible, aunque a priori vería raro que los rasgos de dinastía sean excluyentes con los de observación pero no con los de armamento.
También es posible el limitante esté en usar los tres a la vez, es decir, Katakuri podría usar observación y dinastía, observación y armamento (como hasta ahora) o armamento y dinastía (como ahora), pero por alguna razón usar los tres a la vez no esté a su alcance.
Quizás que trauma habrá tenido como para que se cubra la boca y como decían sus cocineros que era perfeccionista, que lo llevo a ser así.
Buen apunte redon. Debe de ser eso.
