La cuenta oficial de Dragon Ball informó hace unas horas del fallecimiento de Akira Toriyama a los 68 años por un hematoma subdural agudo. Toriyama falleció el pasado 1 de Marzo y su funeral ya se ha celebrado con sus familiares y amigos en la más estricta intimidad.
Infinidad de Mangakas y creadores de otras industrias (como la del videojuego) han dejado en redes sociales sus mensajes de cariño y respeto ante esta triste e inesperada noticia, entre ellos Eiichiro Oda.
Es demasiado pronto.
El agujero es muy grande.
La tristeza se apodera de mi cuando pienso que nunca más podré volver a verle.
Le he admirado mucho desde que era niño, así que recuerdo perfectamente el día en que me llamó por mi nombre por primera vez. Recuerdo también el viaje de regreso a casa del día que usaste la palabra "amigo" para referirte a Kishimoto y a mi. Kishimoto y yo estábamos muy felices. También recuerdo la última conversación que tuvimos.
Yo fui uno de los que tomó el relevo en una época en la que leer Manga te volvía idiota. Él fue uno de los que forjó una era en la que adultos y niños podían disfrutar leyendo Manga. Él nos mostró el sueño de que el Manga podía llegar a todo el mundo. Era como ver a un héroe avanzando hacia el futuro.
Su impacto no sólo fue para los mangakas, también lo fue para los creadores de otras industrias. La emoción y el entusiasmo durante la serialización de Dragon Ball debió de crear profundas raíces en sus infancias. Su existencia es como un gran árbol.
Para los mangakas de nuestra generación que compartimos el mismo escenario, las obras de Toriyama se convirtieron en algo cada vez más importante a medida que nos acercábamos a ellas. Incluso llegaban a intimidar. Pero al mismo tiempo, la persona que estaba tras ellas era un tipo muy tranquilo. Y eso nos hacía felices, porque queríamos a Toriyama-sensei como si fuese de nuestra familia.
Quiero ofrecer mis respetos y gratitud al mundo creativo que Toriyama-sensei nos ha dejado, y rezo desde el fondo de mi corazón para que su alma descanse en paz.
Espero que el cielo sea un lugar tan placentero como imaginaste, sensei.
Eiichiro Oda
)
