Por ahora es muy parecido al inicio de Nanatsu, sin el trasfondo de un pasado anterior de los protagonistas. Puedes disfrutarlo si te van las aventurillas, las referencias artúricas (Arthur es un personaje totalmente distinto) y puedes ignorar los fetiches sexuales de Nakaba (uno o dos MUY gordos).11SuiGeneris11 escribió: ↑Mié Ene 04, 2023 12:42 am Preguntita para pedir consejo sobre si dar o no una oportunidad a esta secuela de Nanatsu. Tengo muchas dudas.
Sitúo un poco para quien me quiera ayudar:
Yo soy uno de esos (me consta que hubo más) que acabó decepcionado con el final de Nanatsu, pero que, sin embargo, hasta bien entrada la parte final de la obra sí la había disfrutado.
Tengo el recuerdo que, con sus mas y sus menos, hasta la parte el desenlace de la batalla entre Escanor y Zeldris me motivaba mucho seguir la historia; sin embargo, todo el final y como sucedió la última batalla contra El Rey demonio (más los minutos del descuento con lo del gato ese del caos y todo ese lío) se me hizo muy desastroso; acabé muy quemado. Tanto fue así que en ningún momento se me pasó ponerme a leer esta secuela. Lo he tenido bastante claro en todo momento, aun sabiendo de su existencia desde el inicio.
Sin embargo, me he encontrado recientemente con un extracto en Youtube de una batalla entre los protagonistas de esta secuela y me ha gustado una parte del encuentro entre Tristán y Arthur con la final aparición de Meliodas por lo que pude ver. Ha levantado mi interés. La acción de Nanatsu en su mayor parte siempre me pareció muy atractiva. Pero claro... no sé si el resto de la historia merece la pena.
Con todo este preámbulo, mi duda es saber si alguien que haya estado en mi misma situación (que disfrutara de Nanatsu, pero que la parte final se le hiciera muy pesada y cuesta arriba) ha continuado con esta secuela y piensa que merece la pena leerla; o si, por el contrario, piensa que sigue por los mismos derroteros del último tercio de Nanatsu y no lo recomienda.
Gracias por adelantado.
Sin spoilearte nada, el manga está empezando ahora a tomar una dirección clara, para bien o para mal.