Jóvenes escritores

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Aliara
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Aliara »

Sé que soy muy nueva en el foro, pero aún así me gustaría poder dejar algunos de mis escritos aquí. La verdad es que siempre, absolutamente siempre, he escrito. Desde que aprendí a hacerlo no he parado. He ganado varias veces concursos de redacciones. El otro día me impidieron que me presentara a uno porque ya lo había ganado tres veces seguidas y "tenía que dejar a los demás". Cabrones, ¡con lo que me gusta escribir! Es un arte que espero no tener que dejar. Me gustaría dejar dos cosillas muy cortas.

Sin título.
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Se encendieron las luces de la clarividencia en un cielo casi azul y casi púrpura. El naranja avanzó tiñiendo a sobresaltos no-contínuos un mundo de frialdad gélida mezcla de un sol con todavía mucha pereza y una luna con demasiadas ganas de trabajar. De todas formas, lo que vendría siendo la manta negra que acuna las dos colinas del cuadro colgado en la habitación principal de mi casa ya se había retirado, así que había dejado paso a un mundo que, cuanto menos, parecía curioso y casi animado. En resumidas cuentas, las estrellas habían dicho "adiós" dando la espalda al círculo de luz que, enfadado, habría tenido que retirarse entre bufidos que moverían las copas de los árboles durante las próximas cuatro horas. El astro rey, con ojos soñolientos y mirada perdida, habría asumido su trono y, levantando su cetro, se habría dispuesto a dar órdenes a las nubes; y éstas, como caballeras aladas, se habrían desperdigado por toda la capa superior terrestre, entre sonrisas maquiavélicas que a intervalos reducidos amenazarían lluvia.

Las mantas se levantaron con aire despreocupado y cayeron al suelo con un ruido muy suave. La cama tembló de frío un momento para volver a calentarse con los guiños que una luz, procedente de la persiana bajada, le propiciaba. Las lámparas en las mesitas de noche -ambas separadas- parpadeaban como mandándose señales de humo, para así comunicarse su amor, sólo distanciado por un espacio de unos dos metros -quizás dos con diez-. La araña de arriba, con cara de vicio, solamente suspiraría en su eterna soledad al ver nuestros cuerpos que, una vez unidos, formaban una perfecta clave de sol.

Sería fácil adivinar el movimiento de las manos, que, casi con urgencia, buscaban el contacto mutuo, efímero y duradero que debería terminar en un gemido o, más perfiladamente, una respiración agitada (al menos). Los huesos de la cama crujían de manera rítmica y cadencial, lo que significaba que permitían el movimiento agitado que se daba sobre su estructura. Y no tanto así, pues no teníamos intención de ceder ante las miradas de unas cortinas revoltosas y unas paredes mudas.

-El techo es blanco.
-Cuidado con la pared.
-El suelo está frío.
-El vueltas da muchos mundos.
-Jajajajaja.
-Qué risa más sórdida.
-Lo sé.

Al final de la mañana, que se sucedió al mediodía, lo persiguió una tarde con aburridos comportamientos de película americana romántica previsible; y al final acabó con la misma noche que se había dado ya en las últimas tres ocasiones. Vamos, sin pensar mucho, entre risas, un rubor y algo de torpeza.

-Los petardos atoran el cielo.
Y este mini-ensayo, fue un momento que necesitaba decir algo y no sabía cómo ni a quién. Es realmente una tontería, pero tiene para mí un significado enorme. Es algo casi real. Se titula El soliloquio de dos.
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-No más cartas.
-Y no más lunas.
-Tampoco soles.
-Tampoco soledades.
-No quiero que llores.
-Ni que rías a carcajadas.
-No me vengas a buscar.
-No te vayas muy lejos.
-¿Y si pienso en ti entre segundos muertos?
-No mires el cielo.
-No veo las estrellas.
-No sientas lástimas.
-No tengas miedo.
-No acudirán las mañanas a ti.
-Ni tampoco descansaremos por la noche.
-Y no habrá final.
-Porque tampoco hemos empezado.
Muchas gracias por leer. Espero que le gusten a alguien. No es que escriba muy bien... pero al menos me saca todo el embrollo de sentimientos que tengo dentro.

¡Agur!
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The Buddha
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por The Buddha »

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Estéril soledad, vil laberinto,
litros de turbia sangre derramados
por los ojos; insomnio infinito.
Inútil llanto mil veces gemido
si ser mil veces pasto de las llamas
verdes de una esperanza que no llega,
cautiva entre las garras de la muerte.
Escapa, sol de invierno, razón esquiva
de mi vida sombría, pura carroña,
ambrosía de poetas leonados.
No puedo ya esperar tu escalada
de los vastos infiernos, a buscarte
peregrino en la horca voy montado;
mañana será tarde, antigua amiga.
Un soneto un con un tono un tanto desgarrador, si no se entiende explico su significado, pero sois todos muy inteligentes y no hará falta, ¿no?
Quo usque tandem abutere, Oda, patientia nostra?
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llaelien
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por llaelien »

@Aliara: tu relato es muy bueno! =O Usas muchas metáforas, pero curiosamente no me han agobiado la lectura como ocurre con otros escritos que he leído, donde el afán por enriquecer el texto debilita la historia en sí.

Me gusta como empieza, aunque admito que tuve que leer cada palabra con mucho cuidado, para seguir bien el hilo del relato y no perderme. Es interesante como utilizas conceptos sobre el cielo, la luna y el sol para abrir el escenario del argumento. La parte del sol con las nubes está muy bien narrado. Debo admitir, sí, que los diálogos no los entendí muy bien. Me parecieron algo surrealistas, lo cual creo que es el punto débil del relato, porque me cuesta aun hallarles la relación. El punto fuerte del texto, sin embargo, es la narración. Tiene mucha textura ^^

Ojalá cuelgues más cosas :3

@TheBudda:mi fuerte nunca ha sido la poesía, aunque me gusta leerla. Sin embargo, cada vez que leo una poesía publicada en el foro o blogs (salvo raras excepciones) siempre me llevo ese sabor amargo de estar leyendo "versos forzados". Versos que están hechos para rimar, pero no para expresar con sutileza. El tuyo, sin embargo, es de los que me gustan. Admito que no he terminado de entenderlo, ¡pero vamos!, la poesía no es para entenderla, es para sentirla. La he releído tres veces y tiene mucha musicalidad. ¿Sabés de métrica poética? Porque su métrica es bastante buena.

Creo que un poema bueno no es el que rima, ni el que es trágico o usa una verborrea exceciva. El poema pretencioso y con ganas de impresionar se huele enseguida, y huyo de él. Pero el tuyo tiene musicalidad y me ha encantado leerlo, tiene bastante sentimiento. Muchas gracias por publicarlo ^^

Aprovecho de colgar un relato mío que escribí hace poco. Espero que les guste (aunque es demasiado trágico para mi estilo, lo he escrito inspirada)
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El dilema de la muerte


Se deslizó frugalmente entre los árboles y los tejados de las casas, como una sombra invisible, mientras la lluvia cubría de charcos oscuros las calles de París. Cerca de ella ladró inquieto un perro. Los animales de vez en cuando podían percibirla, aunque ellos nunca sabían que era en realidad. Solo reaccionaban movidos por su instinto.

La muerte sonrió.

Era, no obstante, una sonrisa triste y embebida de amargura. Una sonrisa que le acompañaba desde siempre y que se hacía cada vez más sombría con el correr de los siglos, aunque no recordaba ya cuanto tiempo arrastraba su existencia. Para la muerte el tiempo era algo irrelevante.

Finalmente se detuvo ante la ventana que buscaba. Estaba entreabierta. Suspirando, la muerte se introdujo a través de ella agitando un poco las cortinas, raídas por el tiempo y el polvo, antes de detenerse abruptamente, sintiéndose intrusa.

El hombre era joven y aun estaba despierto en medio de la austera habitación, que apenas albergaba muebles a excepción de la cama, el velador y un armario viejo con pequeños ángeles entallados en la madera. Su rostro, sin embargo, acogía pura concentración; con una mano toqueteaba su barba desaliñada mientras que con la otra sostenía un delicado pincel, el que deslizaba con movimientos meticulosos sobre un óleo recién empezado. La muerte se colocó detrás del hombre para observar la pintura, conmovida por la belleza de sus trazos suaves, salpicados de tonos sombreados.

-Has venido- murmuró el pintor estremeciéndose un poco, antes de toser.

La muerte se alejó de él sobresaltada. Si hubiera podido, quizá hasta habría gritado, pero ella no tenía voz. Observó entonces como los labios del pintor articulaban una cansada sonrisa. Le pareció una sonrisa hermosa. Tal vez porque no estaba acostumbrada a que las personas sonrieran cuando se hallaba junto a ellas, tan mortalmente cerca.

Con el rostro levemente enrojecido por la fiebre, el pintor volvió a concentrar su atención en la tela, sujetando firmemente el pincel con sus dedos petreos y delgados.

La muerte se enderezó, apartándose de la esquina a la que se había movido, y se acercó él para ejecutar su trabajo. Si aquel hombre hubiera estado sano, quizá habría permitido que su alma permaneciera dentro del cuerpo unos años más, pero alargar el hilo de su existencia solo serviría para prolongar su sufrimiento.

Y si había algo que la muerte aborrecía, era ver a alguien sufrir.

-Espera…, dame un poco de tiempo- musitó el hombre conteniendo una exaltada respiración y haciendo que la muerte volviera a retroceder un paso, atónita.

El pintor alzó sus ojos febriles al techo, añadiendo suplicante:

-Le prometí a Beatriz que lo acabaría antes de mañana. Luego puedes llevarme contigo…, en realidad lo deseo. Solo necesito unas horas.

Durante toda la noche el hombre trabajó en su pintura, tosiendo gotas de sangre en el dorso de su mano de vez en cuando y estremeciéndose cada cinco minutos, pálido como un fantasma. La muerte le contemplaba inquieta. Sin embargo parecía tan comprometido con aquel cuadro, el último que pintaría en toda su corta vida, que no tuvo el valor para arrebatarle las horas que él le había rogado en medio de su delirio.

A medida que morían los minutos, el rostro que el hombre pintaba con tanta pasión fue apareciendo en la tela cada vez con más nitidez, hasta casi cobrar vida propia. La muerte observó fascinada la sonrisa tímida de la mujer, cuyos ojos negros, brillantes de vitalidad, permanecían mirando al enfermo pintor como si inconscientemente este así lo hubiera deseado.

-Beatriz…

Los dedos trémulos soltaron el pincel e intentaron acariciar el rostro dulce pintado en la tela, pero antes de que las yemas rozaran la pintura que recién comenzaba a secarse, el pintor dejó caer los brazos, exhalando un suspiro que iba de la resignación al alivio. La muerte contempló la luz del alba derramándose sobre ambos a través de la ventana. El artista y su obra. Ambos enfrentados a una despedida sin palabras.

Conmovida, se deslizó hacia a él para cumplir con lo acordado y lo abrazó dulcemente. Sin embargo, mientras el pintor expiraba entre sus brazos, la muerte deseó, aunque solo fuera por un momento, sentirse tan amada como aquella pintura a la que él llamó Beatriz.

Entonces la muerte sollozó.
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Debo confesar que nací a una edad muy temprana
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Manirea
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Manirea »

Enga....capitulos 3 y 4
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Capítulo III:“Viaje por los páramos”

<<Ya lo tengo>>

Tras un par de horas, la voz de Mark resonó gritando dentro de su cabeza.
Katia había descubierto en los cajones del escritorio dos pantallas holográficas portátiles.
Eran completamente inútiles para escapar, porque apenas podían hacer nada.

Sin embargo a Katia le servían para matar el rato, estaba concentrada en ese instante en un solitario.
Cogió un as de diamantes y se preguntó a sí misma donde ponerlo, con cierto interés.
Dejó el as holográfico en la pantalla y miró a su amigo, quién miraba hacia el techo.

<<¿Tienes el que?>>

<<La solución a nuestro pequeño problema>>

<<Sorpréndeme, Mark>>

<<Según los planos, hay una rejilla de ventilación detrás de tí. Solo se abre de manera electrónica, y conduce a un laberinto de túneles por los que circula la luz, el agua y el
gas. Propongo usar de chivo expiatorio esa birria que has puesto sobre la mesa.
Puedo hacer una pequeña chapuza, para hacerles creer.... mañana estaremos fuera.>>

<<¿Cámaras?>>-inquirió ella.

<<Solo unos micrófonos -Repuso él- y en este bloque, solo pasan guardias cada cuatro horas...y el próximo llegará en dos minutos.>>

El guardia pasó frente a su celda con precisión milimétrica y mirada monótona grabada a fuego en su mirada.
Cuando lo vio pasar, Mark procedió a actuar.

Con un poco de maña, desmontó la muñequera de su traje, y sacó un componente con cuidado.

<<El módulo inhalámbrico de mi muñeca>>-Explicó él.

Tras darle un golpe seco a la carcasa de una de las pantallas, pudo separarlas con habilidad.
Conectó el pequeño componente en la placa base y la encendió.

Comprobó que funcionaba a la perfección, y la guardó en el cajón del escritorio.
Katia dormía o fingía hacerlo muy bien, de manera que Mark decidió imitarla.
Y estuvo así, hasta que él la avisó.

-¿Qué hora es?-inquirió ella.
35.
-La justa-repuso él.

En el escritorio estaba la pantalla holográfica, en negro...y con una interrogación parpadeando.

-Prepárate, voy a abrir la rejilla de ventilación y activar la alarma de incendios.-Dijo él.

Tras pulsar el botón que confirmó la orden en la pantalla holográfica... se concentró.
Un par de segundos más tarde, la alarma se encendió, y la rejilla se abrió.

Mark la cruzó nervioso y le pidió a Katia que corriera.

-¡Vamos!

Ella lo siguió y el cerró la puerta.

-¿Y bien?-Inquirió ella.

-Nadie viene por aquí , pero no hagas mucho ruido. Yo te guiaré, así que no te separes.-Pidió ella.

Comenzaron a andar lentamente por la red de túneles laberínticos. Katia no fue capaz de calcular el tiempo que pasaron recorriendo prudentemente aquellos angostos pasajes que conformaban el laberinto.
Sin embargo, Mark no tardó en anunciarle en voz baja, que habían abandonado el perímetro de la cárcel.

-Queda poco.

-¿Para qué?-Inquirió ella.

-Para llegar al ascensor.-aclaró él.

-¿Cuánto de poco, Mark?

-A unos diez metros a la derecha, hay una salida. A su lado, el ascensor de carga que nos llevará a la superficie.

Tenía razón, a la derecha, el pasillo acababa en una sencilla puerta con un cerrojo.
Parecía mentira, la falta de seguridad era más que evidente y no les había costado nada escapar.

El ascensor de subida si tenía seguridad. Requería una identificación, pero Mark lo desbloqueó en pocos segundos.
En ese instante se metieron en el ascensor y las puertas se cerraron.
Parecía que hace mucho tiempo que no se utilizaba, pero funcionaba perfectamente.

36.
-¿A qué profundidad estamos, Mark?-Inquirió ella.

-Llevamos casi media hora, así que no te desesperes demasiado-calculó él- con nuestra velocidad, aún queda un tramo largo.

Finalmente, terminó siendo un trayecto de mas de hora y media.
Una sonrisa asomó en los labios de él, cuando las puertas del ascensor se abrieron.

Habían llegado a una sala grande, como una especie de hangar cerrado con una puerta gigantesca. Seguramente la salida del complejo.
Fuera se escuchaba un extraño sonido parecido a un soplido, que golpeaba la puerta de metal.
El aullido del viento.

Katia salió del ascensor, mirando a su alrededor.
Mark también salió, y se llevó las manos a la frente. Ella sabía que estaba concentrándose.

-He...bloqueado el ascensor. De todas maneras, no creo que nos sigan. Vamos a ver que encontramos por aquí.

Aparte de la puerta de salida tras ellos habían tres puertas, una de ellas más grande que las otras.
Katia se metió por la primera de ellas, entrando en una habitación pequeña y repleta de armarios metálicos, un par de bancos y una puerta, que conducía a unas duchas.

Era sorprendente ver, como a pesar de la antigüedad de las instalaciones, estas funcionaban perfectamente y estaban muy limpias.
Varios de los armarios, contenían ropa, de hombre y de mujer, bastante fina y fabricada en un tejido que parecía diseñado para conservar el calor.
Llamó a Mark, para que lo viera.

-Distintos tipos de ropa - Dijo ella.- En los otros hay latas, y las duchas de allí funcionan. Y creo que podríamos cambiarnos de ropa, estoy harta de este traje..

-Si está aquí es por algo- Repuso Mark asintiendo- no es mala idea.

-Allí hay ropa interior y toallas- Dijo ella señalando a las duchas.

-Haz lo que quieras- dijo él marchándose por la puerta.-tenemos tiempo para mirar este lugar con calma.

Ella se metió en la ducha con algo de ropa que le gustó y un cuchillo, por si acaso.
La dejó en el suelo, y con ayuda de un espejo, intentó quitarse el traje. Sin embargo, parecía que no quería salir, así que terminó por romperlo con el cuchillo.

Era un alivio, una liberación, librarse de ese mono tan horrendo, y sentir el agua fría corriendo por su pelo y su espalda.
37.
Se secó tras cerrar el agua, se puso la ropa interior y salió para acabar de vestirse, sentada en el banco.
Se encontró con Mark, que había vuelto a la sala, y estaba mirando en los armarios con curiosidad. Este se giró y se quedó azorado al verla semidesnuda , aunque terminó por observarla con bastante interés.
Al parecer el traje que estaban obligados a llevar en la ciudad, estaba diseñado para ocultar las formas del cuerpo.
La figura de Katia no tenía nada que ver con la que hasta ese instante, su traje había revelado.

-¿Ocurre algo, Mark?-Inquirió ella secándose el cabello azabache con la toalla.

-No...

-¿Me pasa algo a mí?-inquirió ella sonriendo.

Él desvió la mirada, rojo como un tomate.

Ella le miró con perplejidad y sonrió. Se tocó un pecho ante los ojos atónitos de su amigo y sonrió con cierto descaro. A continuación se puso una camiseta fina.

-No eres tonto.-Replicó ella- pero tienes suerte de que no me de mucha vergüenza.

-¿Y eso?-Inquirió él.

-Simplemente...no tengo nada de que avergonzarme-- le explicó ella sonriendo, mientras terminaba de vestirse.

-En fin- dijo él cogiendo un par de prendas- Pásame ese cuchillo. Voy a quitarme este maldito traje.

Katia se había puesto una especie de pantalón vaquero muy ligero, una camisa negra con los botones del cuello sin abrochar, y una chaqueta blanca de un material parecido al cuero, sin mangas y con cremallera.
Quizás iba un pelín ajustado, pero la verdad es que el conjunto le gustó bastante.

Cinco minutos más tarde Mark salió sonriendo, con unos pantalones vaqueros puestos, una camisa blanca abrochada hasta el cuello, y un chaquetón largo que le llegaba hasta los rodillas y que llevaba abierto.

-Te sienta bien- Dijo ella mirándole de arriba a abajo.

-Lo mismo digo, Katia- Dijo él sonriendo.- Es muy incómodo quitarse el traje, ¿no?

-Sí-Admitió ella.

-En fin...ven, Katia. Tengo que enseñarte una cosa.
38.
Mark la condujo hasta la puerta grande, que llevaba también a una sala forrada de armarios.
Pero lo que llamaba la atención era el vehículo que estaba aparcado.
Era un todoterreno, con capacidad para cuatro personas. Mark abrió uno de los armarios y sacó un arma de fuego.

-Glock 22FC- Le explicó, pasándole a su amiga el arma- y hay más cosas aparte de esto.

-¿Qué demonios era este lugar?-Inquirió Katia.

-Una armería. Esta base se estableció para ayudar en la supervivencia, y creo que lo mejor es que nos preparemos bien. No podemos usar este coche para viajar porque es pequeño, pero en una de las naves he encontrado algo...mas manejable. Vamos a prepararnos, y después cambiaremos de vehículo.

Él abrió el maletero gigantesco del coche con solo pensarlo. Tan grande,que no hubo problema alguno a la hora de vaciar los armarios en él.

Katia abrió la puerta del coche y tras estudiar unos segundos el volante y las palancas, lo puso en marcha. El vehículo avanzó lentamente, y lo paró al salir a la otra sala. Ayudada por Mark terminó de llenar el coche .

Diez minutos después, fueron los dos a la sala en la que aún no habían estado, que solamente tenía un ordenador y un maletín.

Katia lo abrió y cogió una especie de mascara de un material parecido al cristal, pero más
flexible. Cubría toda la cara y tenía un aparato en su parte inferior, como un filtro. El maletín estaba lleno de esas máscaras.

-Creo que son...una especie de exoequipos.-Explicó él.-Filtran el aire de la atmósfera, o sea...que puede que no sea respirable si salimos directamente. Coge ese maletín, y mejor tengamoslo a mano. Puedo abrir la puerta a distancia, así que podemos ir ya al coche.

Los dos amigos volvieron al coche, poniéndose ella en el asiento del conductor.
Ella puso el maletín sobre sus piernas, y Mark procedió.

La puerta grande se abrió lentamente, con un sonido muy largo , parecido al de unos goznes oxidados. Seguramente esa puerta no se había usado en años...o siglos.
Katia avanzó a buen paso, antes de que su amigo cerrara la puerta.

Una expresión de sorpresa les iluminó el rostro a los dos.
El edificio del que habían salido, era uno solo de un pequeño enjambre.

-¿Dónde estaba ese vehículo, Mark?-Inquirió ella.

Él se concentró lentamente durante unos segundos.

-Ve por ahí- Indicó Mark- señalando a la derecha. Garaje siete.
39.
Ella aceleró, siguiendo las indicaciones de su amigo, hasta llegar al lugar al que la estaba guiando. Cada uno se puso una máscara y Mark abrió la puerta. Katia metió el coche con rapidez, y dejó la puerta entreabierta.

-¿Es eso?-Inquirió ella bajándose del coche.

-Transporte blindado anfibio...capaz de ir por agua y arena. Equipada con un complejo y eficaz sistema de filtrado de aire y de agua. Tiene placas solares en el techo, y un reactor de fusión. Su antena de comunicaciones es muy buena. La carrocería y el chasis son de titanio.
-Le explicó él.

-Pues yo diría que es solamente una caravana....más de una vez te he ayudado en ese servidor, y creo que he visto alguna que otra foto.-Concluyó Katia.

Salieron del coche, y se dispusieron a examinarla de cerca.
Medía unos diez metros de largo, cuatro metros de ancho, y cuatro de alto.
Estaba pintada con colores de camuflaje, y sus cristales eran de un color amarillento.

Katia abrió la puerta en un instante, y Mark se sentó en el asiento del copiloto para acceder a los controles de la nave.
Aquel extraño vehículo estaba nuevo, casi no lo habían usado.

Ella empezó a trasladar las cosas del coche al nuevo vehículo, acabando cuando Mark se levantó de la silla diez minutos después. Ella le ignoró, y aparcó el coche mejor, al fondo del garaje.

-He quitado la protección, y he comprobado los sistemas. Ahora que has cerrado la puerta, empezaré con el proceso de reciclado de aire-Dijo él.-¿Has hecho la mudanza?

Ella asintió.

-Ahí atrás, hay un armario tan grande , que en él he podido meter sin problemas todo lo que cogimos. Detrás de tí hay una escalera de mano, que lleva a un segundo piso.
En él hay una completa armería, donde he puesto las cosas que hemos cogido en un baúl metálico. También hay una torreta, montada dentro de una especie de esfera de cristal.
He aparcado el coche detrás y lo he apagado...por ni parte podemos irnos ya.

-El reactor está calentándose-Dijo él-pero está casi.

Ella se sentó en la silla del piloto, y acarició el volante con curiosidad.

-Vamos a ver como vas tú, amigo.

El gigantesco vehículo, manejado por Katia, abandonó el garaje.


40.

No tardaron ni dos minutos en abandonar el complejo, y tras hacerlo...no pudieron evitar dar un grito de sorpresa.

El cielo.

-¿Qué es esto?¿No debería ser de otra manera?-Inquirió Mark confuso.¿Y la hierba verde?¿Y el cielo azul?¿Y el sol?

Él cargó una foto en la antigua pantalla de cristal, mostrando a un hombre sonriendo en un prado idílico. El cielo era de color azul celeste, y el disco solar brillaba con fuerza.

La realidad mostraba todo lo contrario.
El cielo estaba teñido de un mustio color gris, gracias a una espesa capa de nubes de contaminación. La tierra estaba mustia ,oscura;y los pocos tallos que conseguían brotar en ese suelo tan poco fértil eran amarillentos y enfermizos.

-¿Y el sol?-Inquirió él de nuevo.

-¿El sol?-Repitió ella confusa.

De pronto, en la cara de Mark se dibujó un gesto de horror indescriptible.

-Por eso estábamos abajo, Katia.

El viento aullaba con fuerza, levantando mucho polvo, y no parecía que fuera a parar.

Mark se recostó en su asiento, y comenzó a hacer una comprobación de datos.

-diecinueve de marzo del año dos mil setecientos treinta y cinco. Temperatura interior del vehículo veinte grados celsius, temperatura exterior...cuarenta y dos. Velocidad del viento
cincuenta kilómetros por hora. Reactor nuclear de fusión por confinamiento magnético
a plena capacidad, paneles solares al 5% de capacidad.

-¿Y a donde vamos?-Inquirió ella.-Tú tenías los datos de la transmisión.

Un mapa se encendió en la pantalla holográfica. El destino se mostraba como un punto rojo parpadeante , unos dos mil quinientos kilómetros al noroeste.

-Ya está. Fijado piloto automático, Katia. Puedes soltar el volante.

-Este vehículo está hecho a la medida de este terreno.¿Lo notas, Mark? Apenas se sienten los baches, o el viento.

La caravana subió por una pequeña colina que dominaba el terreno cercano, dejandoles ver
la maleza gris y el agua turbia .

-Prismáticos, Mark- Pidió ella,
41.
Él se los tendió, y ella los cogió. Y lo que estaba viendo, era como había sospechado.
Tantos años en un mundo muerto por la contaminación, no había menguado la vida.
Animales.
Unos que comían plantas ignorando lo demás, y otros devorando a los demás con violencia.
Y no eran precisamente pequeños.

-Esos bichos son enormes- Observó Katia.

-Es lo que hacen seiscientos años en un entorno así...aunque apostaría a que no han cambiado solo. Habrán estado expuestos a un factor mutágeno de algún tipo.

-Disculpa Mark...no todos aquí sabemos demasiado sobre mutaciones genéticas.

-Claro. Mira, lo que creo más posible es que estos animales se hayan producido de manera artificial...puede ser causado por radiación, o incluso un virus recombinante.
No lo sé...pero esto no es normal-Explicó Mark.

-Usa bien esas cámaras-Pidió ella ignorandole levantándose de la silla.-Si alguno tiene hambre, no quiero ser su cena ¿De acuerdo?

Ella dejó la cazadora blanca sobre la silla del conductor, y subió por la escalera con rapidez.
Cogió el maletín que había dejado allí antes y lo abrió, acariciando suavemente una espada eléctrica.

La hoja de acero tenía un tacto suave,y su mango de cuero estaba muy bien hecho.
Giró el pomo de la empuñadura, y la hoja empezó a emitir chispas con un sonido bastante desagradable. La apagó y la dejó en su lugar.

Se volvió atrás y se giró a la ametralladora.
Estaba montada sobre el techo del vehículo, en una esfera de un material parecido al plexiglás del que solo salía el cañón del arma. Katia abrió la puerta de la esfera, se metió y se sentó en la silla del arma.

-¿Vas a subir, Mark?-Inquirió ella.-Estoy viendo unas cosas que no me hacen gracia.

A través de la esfera podía ver a uno que era capaz de que un sudor frío recorriera su espalda ,de puro nerviosismo.

Si una persona de otros siglos lo hubiera visto, seguramente lo describiría como una especie de oso, aunque mucho más alto. Sus patas traseras estaban más desarrolladas y por la comisura de la boca le asomaban unos afiladísimos dientes.

Mark subió resoplando.

-¿Y bien?-Preguntó él.

-Mark, gírate y coge una de esas armas de fuego.
42.
Él asintió, abrió el armario y cogió una pistola de gran calibre.

-Pesa bastante, pero me las puedo apañar-asintió él.

-Pues coge un cargador, ponlo en la culata...y en caso necesario le quitas en seguro.-Le explicó ella.

Mark cogió un cargador y lo introdujo sin vacilar en la culata.

-¿Algo más? Oye, Katia...que con ese servidor he hecho más que probar mis programas.

-Toma el control de las cámaras y avísame si pasa algo.¿Puedes intentar contactar con tu padre.?

Mark no esperó a que ella se lo repitiera y bajó abajo.
Mientras tanto, ella se quitó la camisa y la dejó en el respaldo del asiento del arma, quedándose solo con la camiseta blanca.

El calor era horrible, y estaba empezando a sudar de manera copiosa.

<<Mucho mejor>>

Se sentó en el asiento de nuevo con cierta dificultad. La tapicería quemaba, pero la torreta estaba helada. Encendió la máquina,y tras cambiar la banda de munición se decidió a probarla.

<<Es increíble que esto funcione tan bien-pensó- parece mentira que este vehículo tenga seiscientos años.>>

La voz de su amigo la sobresaltó.

-¡Katia!

-¿Qué ocurre?

-¡Un animal de cuatro metros, quiere atacarnos!

Frente a ellos iba corriendo uno de aquellos extraños animales que tan nerviosa habían puesto a Katia, exhibiendo unas garras afiladas como el acero.

A Katia casi le faltó tiempo para apuntar. Cuando iba a abalanzarse sobre el vehículo una bala le atravesó limpiamente la cabeza. El cadáver se desplomó, y Mark tuvo que dar un giro bastante brusco para esquivarlo.

Ella no se bajó. Al contrario, permaneció alerta para disuadir a los animales de que se acercaran a ellos. Suspiró de alivio al salir de la cabina. Su pelo estaba lacio, y estaba completamente empapada en sudor.
43.
Bajó con Mark, con su camisa bajo el brazo. Este se giró al escucharla. Ella la dejó junto a su chaqueta y se sentó.

Estaba cansada, muy cansada.

-¿Tanto calor hace ahí?-Preguntó él con interés.

-Sube tú y compruébalo.-Respondió ella con voz seca.

-Llevabas la camisa, y has sudado tanto que se te transparenta la camiseta.

Katia se miró, y vio que tenía razón.

-Te contestaría con una ironía, pero no estoy de humor. Voy a ducharme...otra vez.-Dijo levantándose, con cara de cansancio.-Y por cierto...no deberías de dejar sola la torreta.

Ella fue a la parte de atrás, donde estaba el baño.

<<¿Tan bien recicla el agua esto, o será cosa del depósito?>>-Reflexionaba, relajándose sumergida en el agua helada; mientras jugueteaba con su cabello enredándolo con los dedos.

<<Yendo a la velocidad actual...llegaremos en unas tres semanas>>

Katia se sobresaltó, al ver interrumpida la paz de sus pensamientos por el mensaje de Mark.

<<¡Mark! Déjame tranquila. Me lo cuentas después>>

<<¿Estás en el baño todavía?>>

<<¿Y a tí bien que te gustaría entrar, no?-Inquirió ella.-Y espero que estés de guardia arriba, necesito descansar .>>

<<De acuerdo>>

Ella sonrió. Había detectado...resignación en el tono de él. Finalmente se secó y se puso algo de la ropa que había cogido: un pantalón holgado de hombre, y una camiseta de tirantes de color gris.

<<Voy a comer algo, y después...necesito dormir. Si pasa algo me despiertas>>

De esa manera pasaron los días viajando hacia el oeste. Muchas veces tenían que parar para detenerse y estirar las piernas... armados hasta los dientes, por supuesto.

Cualquier precaución era poca, con esos animales tan peligrosos.
Hubo ocasiones en las que no pudieron evitar de ninguna manera utilizar la torreta para quitarse a los animales que se les echaban encina, aunque no solía ser grave.

44.
Y siempre debían salir con la máscara puesta. O eso, o terminarían asfixiándose por culpa de la tóxica atmósfera.

Una mañana, Katia se levantó. Llevaban casi tres semanas con el viaje hacia el noroeste.
Ni siquiera se había cambiado de ropa el día anterior.
Fue a la cocina para comer algo, estaba verdaderamente hambrienta y le iba a hacer falta.
Ella observó como Mark bajaba, y se marchaba cansado a su litera sin decirle ni hola.
Iba a ser un día muy largo.

En esos momentos fuera todo seguía igual.
Un mundo marchito y casi muerto, cubierto de polvo y plantas que a malas penas conseguían malvivir en aquel paraje.
El cielo gris seguía cubierto con una espesa capa de nubes de contaminación.
Desde luego, Katia nunca había pensado porqué el mundo era así.

¿Pero era igual? No.
Quizás Katia tuvo gran parte de la culpa al no revisar los instrumentos o quizás fue un simple golpe de azar. En cualquier caso era imposible saberlo.

Varios minutos más tarde, mientras estaba observando la pasiva lejanía desde el asiento del arma... vio algo extraño, un pequeño punto al principio.
Ella por preocupación, cargó la ametralladora y le quitó el seguro. Un animal gigantesco iba corriendo hacia ellos.

A simple vista parecía una especie de tigre de pelaje grisáceo.
Era bípedo y corría a una gran velocidad, equilibrando su cuerpo con una gigantesca cola que se movía de un lado a otro. Sus poderosas mandíbulas estaban abiertas de par en par, y por ellas goteaba un hilillo de baba.
Ella le disparó mientras se acercaba, pero su gruesa piel hacía rebotar las balas.
Cambió la banda de munición por otra de munición mas potente (balas explosivas).

El animal los embistió, el vehículo se deformó mucho y dio siete vueltas de campana. Intentó romper el cristal que protegía a Katia, que estaba inconsciente, pero no lo consiguió. Por ello terminó desistiendo y empezó a alejarse.

Mark seguía dormido, apenas se había enterado del accidente. Ella se había dado un fuerte golpe en la cabeza y estaba sangrando.
La caravana estaba boca abajo, pero no se había roto. Si se hubiera roto, no hubieran sobrevivido mucho tiempo.

Si Katia hubiera mirado el radar, distaban solamente diez kilómetros del destino al que se dirigían.

Una hora después del incidente, una persona llegó en un buggie.
Se acercó a la caravana y probó a acceder dentro. Consiguió abrir con suavidad una de las ventanas del piso superior. El acceso al piso superior había sido bloqueado por una cortina de metal.
45.
El hombre rompió la puerta de la ametralladora y sacó a Katia de allí. Le puso con suavidad una máscara , y la llevó al buggie.
La pellizcó para ver si despertaba, pero estaba demasiado inconsciente. Tenía una fea herida en la cabeza, que sangraba en abundancia.
El hombre le puso el cinturón a Katia, y se montó en el vehículo.

Justo a tiempo, porque el gigantesco animal había vuelto de nuevo.
El hombre se llevó la mano al cinturón, pero la volvió a dejar sobre el volante.

-Te has salvado, amigo.-Dijo pisando el acelerador, tras mirar al animal.

Mark tenía un sueño tan profundo que había ignorado el accidente. Se había caído de la cama y tenía muchos moratones.

¿Qué pasaría con los dos amigos?¿Quién era el extraño que había salvado a Katia?
































46.
Capítulo IV: Tártaro

Mark se despertó. Tenía el cuerpo molido, como si le hubieran dado una paliza.
Se levantó del suelo y se estiró.

-¿Katia?

Probó a llamarla igualmente por la otra vía de la que disponía, pero no la encontró.
Solo halló el vacío por respuesta.

Fue a comprobar el sistema. La caravana no podría moverse más, pero sus sistemas y el reactor estaban intactos.
Finalmente, tras unos minutos de concentración fue capaz de encontrar la débil señal que emitían electro neuronas de su cerebro.

Diez kilómetros al noreste, justo en el lugar donde se habían dirigido todo ese tiempo.

-Alguien debe habérsela llevado- Dijo en voz alta.- No te dejaré sola, Katia....no lo haré.

Tras buscar unos minutos, se caló la cazadora de su amiga para protegerse del calor.

-Vamos a coger unos juguetes-Repuso él sonriendo, mientras abría la puerta electrónica que de había abierto para proteger el piso superior.

En su cinturón puso un cuchillo a gas, una espada eléctrica, una Glock de nueve milímetros... pero casi estuvo a punto de dejarlos por un “juguete” nuevo que encontró de casualidad. Se puso encima una banda de cartuchos, y se llenó los bolsillos de balas sueltas.
Era una escopeta, y no una normal. Estaba hecha con titanio, midiendo más de un brazo de longitud y su cañón más de diez centímetros de anchura.

Mark la abrió y le puso con delicadeza dos cartuchos. Cogió una máscara del maletín y
tras ponérsela... salió por la misma ventana por la que había entrado el hombre que se había llevado a Katia.

El gigantesco animal que había topado el vehículo seguía allí.
Mark cogió una de las balas del cinturón y se la puso en la boca. Con prudencia, levantó el cañón del arma y le quitó el seguro.
El animal le miró con gula, regodeándose con tal exquisita golosina, mucho mejor que la carne de cualquier otro animal de aquel paraje.
Corrió hacia Mark con las fauces abiertas, y Mark aprovechó la ocasión para disparar.
El disparo era tan potente, que la bala le hizo un agujero considerable en el cráneo, atravesando limpiamente y llenándolo todo de tono escarlata.
Él la recargó de nuevo, y se echó el arma al hombro.

<<Debo tener cuidado-pensó- este arma tiene un retroceso muy bestia, puede dislocarme el
brazo sin problemas>>
47.
Tras comprobar que estaba solo, comenzó a andar a paso ligero. A veces escuchaba un sonido extraño por el páramo, y no podía evitar mirar a su alrededor.
Algún animal, de vez en cuando; se le acercaba demasiado , pero Mark los espantaba con un disparo al aire.

Sin embargo cuatro animales como el que había tumbado la caravana se acercaban a él.
Más feroces y con peores pulgas , cazando en lo que parecía ser una especie de pequeña manada.
Mark se vio rodeado de estos animales , que veían en él una excelente comida, como el primero que había muerto a manos del muchacho.
Mark esperó, mientras acariciaba el gatillo con prudencia;hasta que casi se abalanzaron sobre él.

Disparó en la cabeza a uno y se apartó en el último instante. Los otros animales se chocaron.
Mark aprovechó la ocasión: sacó en un segundo el cuchillo de aire, cargado con una cápsula de gas comprimido a alta presión.
Lo clavó hasta el mango en la pierna de uno de ellos, y pulsó el botón.

El aire salió por los agujeros que tenía el cuchillo y le destrozó la pierna al animal.
Lo sacó y lo metió en su cinturón. Disparó a otro, a otro le hirió en un brazo y
los que quedaron vivos no tardaron en huir.

Tener cierta noción del tiempo era bastante complicado, pero él calculó que llevaba andando un par de horas. Aún así era difícil saberlo, el tiempo no cambiaba ni un ápice fuese de día o de noche.

Tras algún que otro disparo, llegó al lugar de donde había llegado la señal. Miró el cráter con incredulidad. No podía creerse que su amiga estuviera allí, pero la señal de sus electro neuronas venía de aquel extraño lugar. Y le ponía la carne de gallina.
Donde estaba Katia.

Katia se despertó. Dio vueltas con la mirada, intentando reconocer el lugar en el que estaba.
La habitación en la que se hallaba estaba a oscuras, pero no estaba en la caravana.
Alguien la había sacado de allí.

<<Me preguntó donde estará Mark ahora...>>

Estaba tumbada en un colchón, y llevaba puesto una máscara filtradora de aire. También le dolía mucho la cabeza. Sentía sobre su cabeza una apretada venda húmeda, alguien se había esforzado en vendarle la herida.

<<Lo último que recuerdo...es que un animal enorme nos atacó...>>

Unos fuertes pasos se acercaban a la habitación, una puerta se abrió y alguien encendió una tosca bombilla.
Era una persona que era idéntica al jefe del consejo de la ciudad subterráneo. Como una versión de él, pero más dinámico y brutal.
48.
Era muy musculoso, y su ropa no hacía esfuerzos por ocultarlo. Llevaba una camiseta negra de tirantes bastante ajustada, y un pantalón holgado.
Sus botas estaban hechas de piel, o algo similar; su pelo estaba muy largo y lo llevaba recogido en una especie de trenza.
Una banda de tela roja le apartaba el pelo de la frente, y unas gafas herméticas le protegían los ojos.
Llevaba una mascarilla de filtrado de aire y un cinturón de tela del que pendía un objeto parecido a un cilindro metálico.

El hombre la miró con interés y sonrió.

-¿Inglés?

Katia negó con la cabeza.

-¿Latín?¿Francés?¿Español?¿Italiano?¿Alemán?¿Húngaro?¿Árabe?¿Ruso?

Katia negó de nuevo ante esa retahíla de idiomas. El hombre se mesó la barbilla sin afeitar
un segundo.

-¿Griego?¿Mandarín?¿Japonés?¿Hindi?¿Hebreo?¿Arameo?

De nuevo, ella expuso su gesto negativa ante las preguntas del desconocido.

-¿Idioma universal?-Inquirió de pronto.

Katia asintió sonriendo.

-¿Hablas tantas lenguas?-preguntó con interés.

-Es un poco difícil de explicar.-Repuso él.

-¿Cómo te llamas?-Inquirió ella.

-Cuando nací...no me dieron un nombre. Me dieron un número de serie, al igual que a mi “hermano”.

-¿Y eso?-Preguntó ella alzando una ceja.

-Hablas el idioma universal, así que vienes de la colonia de salvamento situada a dos mil quinientos kilómetros de aquí.
Por eso...deberías de saberlo. Mi hermano y yo, fuimos creados como parte del proyecto Pericles. Este buscaba la creación del perfecto gobernante, para el beneficio de la humanidad. Mi hermano es el jefe del consejo de tu ciudad... se usó material genético idéntico en paralelo y por ello nuestras capacidades y nuestra manera de pensar es muy distinta. Por otra parte, nunca nos hemos visto. Los científicos nos impidieron envejecer,
tenemos la misma edad....siempre.
49.
-¿Qué?-Inquirió ella sorprendida.

-Lo que has oído, muchacha. Y al llegar a cierta edad, nos implantaron ciertas mejoras para
desempeñar las funciones que debíamos cumplir.
Sé que mi hermano es un humano cuyo cerebro es un ordenador. A mí solamente, me implantaron ciertos chips que me permitían pensar mejor y con más racionalidad que cualquier persona. Más inteligente, más frío.... pero sigo siendo humano.

-¿Cómo te llamas?-Inquirió ella repitiendo la pregunta.

-Nicolás. Es el nombre que elegí para mí. ¿Y el tuyo?

-Katia. Gracias por la explicación, me has hecho entender muchas cosas.

-¿Por qué estás aquí?-Inquirió Nicolás.

-Tu hermano nos encarceló a mí y a mi amigo Mark, por rastrear una señal que recibimos de aquí por pura casualidad. Nos escapamos y viajamos hasta aquí.¿No encontraste a un chico conmigo?

-No, muchacha. Por cierto...¿El mensaje era la palabra infierno?

-Sí.

-Lo mandé yo-Repuso él-Infierno...Tártaro.

-¿Por qué esa palabra?-preguntó ella.

Nicolás sonrió con cierto aire malévolo y ojos de enigma.

-Si no estás muy cansada, te lo enseñaré.

Mark suspiró. Ahora comprendía el porqué de la palabra infierno en el mensaje.
Frente a él, había un gigantesco cráter. Como en pequeños racimos, habían pequeñas chabolas fabricadas en diversos materiales, mientras un humo blanquecino salía del agujero.

Mark salió de su asombro, pero se concentró. En algún lugar estaba Katia.
Sin pensárselo dos veces, se dispuso a bajar por el cráter.

Katia y Nicolás paseaban por una se las callejuelas de la destrozada colonia.

-Esta era una de las colonias del proyecto Hominis, creado para la conservación y preservación de la especie humana. Un terremoto hace doscientos año hizo que explotara la parte superior del complejo. Mi gente se muere, Katia. Y mi hermano lo sabe.

Las calles estaban llenas de un barro grumoso, que manchaba las paredes de chapa y uralita.
50.
La gente corría por la calle, envuelta en un griterío de todas las lenguas y colores imaginables. Pero los gestos eran universales a las lenguas y se entendían a la perfección.

Peleas, no hacía falta ser políglota para entenderlo.

-¿Por qué se pelean?-Inquirido ella.

-Por todo. Comida, agua...e incluso las máscaras. Las plantas de cultivo quedaron dañadas y cada día producen menos. Con los pocos medios que tenemos, no puedo hacer nada.

Nicolás vio como un hombre blanco estaba pegando a un niño pequeño, de piel morena;
quizás intentando quitarle algo. Lo tumbó de un puñetazo y le pidió al niño que regresara con su madre.

-¿Por qué tantos idiomas?-Preguntó ella de nuevo.

Nicolás guardó silencio un instante antes de contestar.

-El idioma universal formaba parte del Hominis. Eliminar los factores del odio y el racismo,
eliminando barreras , implantando un idioma común. También se destruyó la religión, para evitar que la gente se peleara por una fe inútil.

-¿Fé?-Inquirió ella de nuevo.

-Verás....-Repuso él.

Nicolás le señaló a una casa grande hecha de pladur. Dentro había gente arrodillada, moviéndose arriba y abajo con devoción.

-Eso es la fe. Creen que suplicando a una pintura de un ser superior, inventado en el antiguo delirio de inferioridad de la raza humana, todo se solucionará. Esa era una de las razones por las que se quiso destruir la religión en el proyecto Hominis.

Ella le escuchó a medias. Podía sentir como Mark se acercaba.

-¿Ocurre algo, Katia?-Preguntó Nicolás.

-Es Mark. Viene hacia aquí.

-De acuerdo, quiero conocer a ese Mark- Accedió el hombre.

Katia cogió a Nicolás de la mano, y lo condujo por la dirección por la que sabía que vendría .

-¿En serio hablas tantos idiomas?-Inquirió ella.

-Tengo que entenderme con mi gente, y tengo mucho tiempo libre.
51.
De pronto escucharon un grito, que ella conocía bastante bien. Era Mark, rodeado por cinco tipos le superaban en altura y musculatura. Le estaban dando una paliza de órdago.

-¿Ese es tu amigo?-Inquirió Nicolás- Le ayudaré.

Sacó de su cinturón un mango metálico. Tras sostenerlo frente a él, se abrió, revelando una espada de hoja ancha hecha en metal negro.
La hoja se iluminó de manera tenue , y su doble filo se abrió ligeramente y se separó como los eslabones de una cadena.

Nicolás giró la empuñadura con la meno que le quedaba libre, y la cadena empezó a girar
como una motosierra.

Saltó y se lanzó hacia ellos enarbolando su arma con un grito de guerra.
Cinco cortes con la hoja, provocaron una orgía de sangre y huesos rotos. El agudo sonido de la motosierra se disipó en unos segundos revelando los gritos de dolor agónico de los hombres.
Uno había muerto de un ataque al corazón. Nicolás le había cortado el tronco.
Otro había perdido un brazo, y el que quedaba tenía una fea herida en el pecho.

Nicolás guardó la espada, y se llevó a Mark.

-¿Mark, no?

-¿Cómo sabes mi nombre?-Inquirió él.

-Eso es cosa mía- Repuso Katia excusándose.-¿Eso era una motosierra?

-Es mi pan nuestro de cada día, querida.

-¿No es un poco....?-Empezó ella.

-¿Sádico?-completó Nicolás- tenemos que hablar.

-¿Sobre qué?-Le preguntó Mark.

-Sobre si os expulso de aquí o no.-Repuso él.-No me puedo permitir más bocas que alimentar. Disminuyen mi capacidad de hacer algo.

-¿Por qué? Se supone que me has salvado. Se supone que tú nos llamaste con ese mensaje-Repuso Katia.

-¿Debemos pagarlo nosotros? No tenemos la culpa.

Pasaron por una callejuela llena de lo que parecía ser aguas fecales (Nicolás no arrugó la nariz), Katia se fijó en un hombre de piel oscura sentado en una pobre esterilla en el suelo, casi desnudo.
52.
Hablaba consigo mismo en voz muy baja y reposada , casi sin pestañear.
Su pelo y su barba entrecano estaban muy alborotados. La miró a ella y a su amigo con atención sin callar un solo instante.

Interrumpió su oración y le dijo algo en un idioma desconocido a Nicolás.
Ni Mark ni Katia entendieron las frases que intercambiaron, pero su interlocutor parecía haber cambiado de opinión.

-Tenéis suerte...-Les dijo-Me ha convencido.

-¿Qué te ha dicho?-Inquirió Mark-

Nicolás sonrió.

-Contra una acción, siempre hay una reacción. Vosotros estáis aquí por algo. Y ese hombre no habla a la ligera en ninguna circunstancia. El problema es para que estáis aquí.

-¿Y qué hace falta?-Preguntó ella con curiosidad.

-Reparar el sistema de producción de víveres y el sistema de reciclado de agua, un laboratorio en condiciones para sintetizar medicamentos....Puedo seguir.

-Bueno...-Repuso Mark- La caravana está casi intacta, y tenía un sistema de doble reactor nuclear. Podríamos aprovecharlo.

Nicolás se giró hacia el muchacho con mucho interés.

-¿Qué tipo?

-Un reactor toroidal.

-¿Toroidal?-Inquirió Katia confusa- ¿Puedes traducirlo?

-Es un reactor de fusión en forma de anillo, que confina el plasma en un campo magnético.-Le explicó Nicolás- Acompañadme, por favor.

Subieron por la cuesta del cráter, y subieron al buggie. En escasos cinco minutos atravesaron los diez kilómetros que separaban Tártaro del accidente.

Nicolás examinó la carrocería., y los dos amigos miraron el interior.

-Se le ha partido el eje trasero-Dijo Nicolás

-Los sistemas funcionan, Nicolás- Repuso Katia.

Mark había ido directo al ordenador de la nave, y estaba concentrándose.
Tenía los ojos en blanco.
53.
-Vehículo de exploración militar de clase alfa, equipada con armamento pesado.
Numero de serie 1993M193, salida de fábrica enero del año dos mil ciento cuarenta y siete.
Equipado con un doble reactor de fusión, uno de clase toroidal tango , y un láser nuclear de deuterio, capaz de usarse como arma y como fuente de energía.

Nicolás, que había escuchado el discurso de Mark; le zarandeó.

-¿Qué hacías?

-Conectarme a los sistemas de la nave. Y conseguir los planos del vehículo.

-¿Cómo lo has hecho?

-¿Qué es Tártaro?-Inquirió Katia de pronto.

-El peor de los infiernos según la antigua mitología, así llamo a mi ciudad. Os toca-Repuso Nicolás.

-Llevamos un super ordenador conectado al sistema nervioso, por eso Katia pudo encontrarme- Dijo él.

-De acuerdo, tenemos que llevar esto a la ciudad.-Dijo, reprimiendo el interés por aquel dato-Con esto de verdad descubriré si puedo confiar en vosotros. He asegurado esto con unas cadenas, salid porque voy a enderezarlo.

Nicolás se las había arreglado para poner bajo el vehículo un gato hidráulico, y estaba levantando el vehículo con Mark y Katia viéndolo atentamente.

-Subid al buggie- Dijo tras asegurarlo -Espero que esto aguante.

Sin embargo después de diez kilómetros que se les hicieron eternos, pudieron decir que aguantó.

Nicolás bajó a Tártaro por ayuda mientras que Mark y Katia vaciaban el vehículo con cuidado.
Veinte minutos más tarde volvió Nicolás,acompañado de un hombre alto y gordo, con una cresta punk y un crucifijo. Sus ojos marrones estaban muy marcados.
Su mandíbula era muy prominente y los miraba con interés.

-Este es Vladimir- Le presentó Nicolás- Mi mano derecha, y un buen amigo mío. Habla el idioma universal. Ellos son Mark y Katia.

-Deja de presentaciones-Cortó este con una voz grave y seca.

-¿Qué es eso que llevas al cuello?-Inquirió Mark con curiosidad.

-Cristo, aquel que...
54.
-Vlad no empecemos- Pidió Nicolás.

Vladimir miró a su amigo con sorna.

-Que tú no creas en nada, no quiere decir que los demás no podamos creer en algo.

Nicolás se llevó una mano a la cabeza tras dejar las cajas que llevaba, encima de una lona que había desplegado Mark.
Este desplegó un papel cuadriculado y se lo enseñó.

-Los planos. Intenta sacar los reactores intactos, porque vamos a desmontarlo todo ¿Vale? Primero...desconectaré la corriente.

Se giró hacia Mark, y le entregó una pantalla electrónica.

-Haz inventario de todo.

Tardaron hora y media en vaciar completamente el vehículo, y entonces Vladimir y Nicolás empezaron a desmontar el vehículo.
Cuando Mark y Katia acabaron su trabajo haciendo el inventario, se afanaron en ayudar
a Nicolás desmontando el interior.

-Estoy ya con el reactor- avisó Vlad- no tardaré mucho.

En un par de horas más, el trabajo había avanzado y el voluminoso reactor primario estaba sobre la lona. Era un aparato de dos metros de alto y un metro cincuenta de ancho.
Su forma era bastante irregular, porque tenía muchas tomas y tuberías rodeándolo, que se retorcían y lo envolvían por completo.

A continuación sacaron el láser de la parte delantera, y se centraron en desmontarlo todo en general. A las seis horas de empezar, ya habían terminado.

-Vlad- Pidió Nicolás- Haz que lleven las cajas que están catalogadas con mi nombre a mi apartamento. Los reactores también.

-Un hombre excepcional y por eso confío en él. Es un buen amigo a pesar de todos los pájaros que tiene en la cabeza.-Les comentó a Mark y Katia mientras veía como su amigo bajaba hacia el cráter.

Los dos amigos se apresuraron a seguir a Nicolás sin demora por las calles de la ciudad. A ninguno de los dos le apetecía quedarse en la calle.

Nicolás los invitó a pasar dentro de un ascensor algo destartalado.

-¿Funciona?-Inquirió Mark.

-Hasta el momento-Repuso él.
55.
Los dos amigos subieron dentro del ascensor, Nicolás detuvo a Mark y esperó a que Katia subiera.

-Las damas primero.¿No tienes educación?-Repuso Nicolás.

-Irónico, que alguien que lucha con una motosierra intente enseñarme modales.

Nicolás no contestó, pulsó el botón del piso más profundo y comenzaron a bajar.

-No intento enseñar nada, pero puedes tener cierta consideración. Después de todos hay una mujer delante. Puede que me dedique a partir huesos con una espada, pero no soy un robot sin sentimientos.

-Antes dijiste que tenías unos cuantos chips implantados en la cabeza ¿no?-Preguntó ella.

-Memoria y procesamiento lógico. A los cinco años me conectaron un chip de procesamiento de alta velocidad muy versátil y una unidad de memoria. Me potenciaron esas cualidades, pero nunca me sustituyeron el cerebro por un ordenador como a mi hermano.Lo que me hicieron a mí, es algo parecido a lo que tenéis vosotros también.

-¿En serio?-inquirió Mark.

-Nunca bromeo.-Repuso Nicolás con seriedad.

Mark iba a contestar, pero el ascensor se abrió.

-Esta colonia es casi igual que la vuestra-explicó Nicolás, saliendo de la habitación- Solo que es un poco más pequeña y está a menor profundidad. Por eso nos afectó tanto el terremoto que sacudió Tártaro hace doscientos años.

-¿Dónde estamos?-Preguntó Ella.

-Este lugar es pequeño, tranquilo y me sirve de residencia. Era la zona restringida de mantenimiento. Se puede acceder a los antiguos sistemas de la ciudad y tras esa puerta está el acceso al generador principal averiado.

La estancia, como bien había dicho Nicolás; era pequeña, con unos veinte metros cuadrados. En una esquina había un fino camastro. También habían varios armarios de metal. En el centro de la sala, había una mesa con una pantalla holográfica ultra fina.
En una pared, un antiguo monitor que daba una imagen general de los viejos sistemas de la ciudad. En la otra pared había un hornillo y un frigorífico.
También había una puerta que iba a un baño, y la otra conduciría al generador principal.

-Bienvenidos a mi pequeño rincón- repuso Nicolás alzando sus gruesos brazos al cielo con alegría- espero que Vlad no tarde.

56.

Los dos amigos se sentaron en torno a la mesa de metal, mientras que Nicolás se acostó sobre el colchón. Los muelles crujieron ligeramente, pero a él no pareció importarle lo más mínimo, de hecho parecía muy cómodo.

-Gracias por ayudarme- Dijo él, relajado.

-Supongo que es lo que tenemos que hacer, si estamos aquí.-Dijo Katia.

-La pregunta es ¿tenéis el valor para intentar cambiar el mundo?

-No me hables en acertijos, no me gusta.-Soltó Mark.

-No me refiero a ningún acertijo-Dijo Nicolás.-¿Creéis que sería una utopía dejar la Tierra tal y como estaba antes?

-¿Qué es una utopía?-Inquirió ella.

-Es un objetivo imposible. Viene de una obra de un escritor de hace más de mil años llamado Thomas More. La sociedad perfecta sería una utopía, por ejemplo. De hecho, sobre ese tema trataba la obra de la que viene esa palabra.

-Así que nunca envejeces, ¿no?-Volvió a preguntar ella.

-Me gusta tu curiosidad-dijo Nicolás sonriendo- Eso es bueno.

-¿Me responderás?

-Por lo que sé, los equipos científicos de Tártaro y vuestra ciudad trabajaron sobre el mismo
código genético por el cual, modificaron nuestros genes del envejecimiento.

-No lo entiendo.-Dijo ella.

-En todas las células de los seres vivos hay Adn que contiene el código genético de la especie y el individuo.-Explicó Mark.

-En el Adn hay un gen que causa el envejecimiento. Cuando las células se replican, el gen se manifiesta haciendo que por cada reproducción...las células no sean totalmente iguales a la primera que había. Es decir, que son más imperfectas, o más viejas.-Terminó de explicar Nicolás.-Nosotros tras llegar a los cuarenta, no envejecimos más.

-Entiendo...-dijo ella.

-Por eso, la razón de los compuestos para reescribir los recuerdos.-Dijo Nicolás- Si la gente se enteraba de nuestra naturaleza, podría pensar que somos un desafío a la propia existencia.

-Ahora el que no lo entiende soy yo.-Replicó Mark.

57.
-¿Por qué existe la religión?-Preguntó Nicolás.

-No me ayudas a comprender si me preguntas sobre algo que no conozco.-Repuso Mark.

-La religión, es decir, el culto a un dios, o a otro... suele venir del temor humano a la muerte.
Muchos se aferran a la posibilidad de un lugar maravilloso tras morir.
Nosotros seríamos en tal caso los únicos hombres sin dios, no podemos morir por muerte natural. El miedo domina a casi toda la gente, pero a nosotros no.
Por eso la gente llegó a creer que eramos un desafío a cualquier dios. Quizás por esa razón...
no podemos reproducirnos.

-¿Qué?-Inquirió ella.

-Que no podemos tener hijos. En la pequeña operación en la que me implantaron los chips en la cabeza, me anestesiaron....y podéis imaginarlo. De esa manera, los seres humanos y sus miedos podrían ser controlados hábilmente por dos seres carentes de ellos ¿Conclusión?

-¿Los humanos debemos tener miedo?-Se aventuró Mark con curiosidad.

-No exactamente...es completamente normal-Repuso Nicolás- Pero la gente que menos miedo tiene, quizás es la que le preocupan menos las consecuencias.¿Puedes ver la relación que hay?

-Ya lo entiendo-Dijo Katia pensativa.

-Sí, no ha estado mal la clase de filosofía.-Sonrió Mark.

-Espero que Vladimir no tarde demasiado. Llevamos hablando más de media hora.- Dijo Nicolás.

-No te preocupes por mí- dijo una voz grave saliendo del ascensor.-estoy bien.

Salió del ascensor cargado de cajas.

-Ayudadme ¿no?, este reactor es demasiado grande, y he tenido que desmontarlo.
Afortunadamente el láser cabía entero.

-¿Y el otro material?-Inquirió Nicolás cogiendo una de las cajas.

-Menos mal que este ascensor aguanta mucho peso, no hubiera querido hacer más viajes.-Repuso Vlad aliviado.

-¿Cuantas cajas hay?-Preguntó Mark- Esto pesa bastante.

-¿Tanto te cuesta?-Inquirió sonriendo- ¿Podrías con las cincuenta cajas que hay dentro?

Mark notó como sonreía con recochineo.
58.
-Muy bonito- Sonrió Nicolás- pero Vlad y tu ya tendréis el papel protagonista más tarde.

-¿Montándolo?-Preguntó ella.

Nadie respondió a lo que era evidente.
A pesar del peso, incluso Katia colaboró. Le daban tirones en los brazos, pero pudo aguantar. Consiguieron acarrear las cajas al cuartucho de Nicolás en menos de media hora.

-¿Qué llevan las cajas marcadas?-Inquirió Katia.

-Cosas de vuestro cacharro- Repuso Vlad con una caja pesada en la mano, y acercándose a una de las dos puertas para revelar un montacargas.- Dejad las cajas grises dentro, son unas veinte.

Afortunadamente, el número que había dicho el ayudante de Nicolás era bastante aproximado y pudieron llevar todas las cajas al montacargas en mucho menos tiempo.

No tardaron en bajar a una sala oscura, y de techo muy alto.

-Por ahí- Dijo Nicolás señalando a una dirección en la oscuridad- está el generador. Por ahí, el control del reactor, y por ahí un laboratorio. Voy a encender las luces.

Katia vio como se acercaba a la difusa pared de la izquierda y su mano, hecha casi invisible por la oscuridad oprimía una palanca, haciendo un ruido bastante curioso.
Lentamente una débil luz se encendió, aunque por desgracia no mejoraba demasiado su situación.

-Sé que no hay mucha luz, y no se vé muy bien...pero debemos hacer un esfuerzo.-Se disculpó Nicolás.

Cogió una caja, y se adentró en la penumbra.

-¿Qué esperáis?¿A que llegue el año nuevo chino?-Inquirió Vlad con ironía- Si corréis un poco, podemos empezar en diez minutos.

Los dos amigos les hicieron caso, y en quince minutos ya estaban todas las cajas en la sala del generador principal. A la luz de la linterna, Vlad comenzó a sacar piezas del reactor. Miró atentamente un plano bastante grande del mismo que se había sacado del bolsillo.

Nicolás les entregó una caja de herramientas y dos cascos con una linterna acoplada.

-Siento no poder hacer más.

-Tranquilo, podremos trabajar bien así-Repuso Vlad sin apartar la vista del plano.

Nicolás le puso a Katia la mano en el hombro y ella se sobresaltó.

59.
-Acompáñame, vamos a darles un poco de tranquilidad para trabajar.

Él la llevó arriba, donde le pidió su ayuda para llevar dos cajas más y la condujo a una especie de laboratorio.

-Esta caja- Le explicó, tras dejarla sobre una mesa metálica- Contiene el láser de deuterio.
Es muy pequeño, así que no nos llevará demasiado tiempo usarlo como fuente de alimentación para el laboratorio.

En realidad, para poner en marcha el láser hicieron falta tres días. Vladimir y Mark estuvieron trabajando más de dos meses y medio en el titánico trabajo de volver a montar el reactor, reparar el principal, y acoplarlos a la red principal de arranque.
Además necesitaron unos días más para crear un programa informático de encendido y purgar los posibles fallos del sistema.

-Ya está listo- Le susurró un día Vladimir a Nicolás.

-Hacía mucho tiempo que esperaba este instante.

-En perfectas condiciones- Afirmó Mark sonriendo.

-Aún así, debemos reparar todos los antiguos sistemas- Repuso Nicolás- antes de hacer nada.

Nicolás se giró al gigantesco generador que tenía frente a él, de treinta metros de alto y cuarenta de largo.

-Pues movilicemos a la población- Sugirió Katia, pensativa.- con su ayuda podemos reparar el cableado eléctrico, el sistema de reciclado de agua y aire , la producción de víveres.
Si quieres sobrevivir, nos ayudarán.

-Mucha razón tienes-Repuso Nicolás sonriendo.- pero lo más pesado lo hemos realizado ya.
Si conseguimos montar fuera un horno para reciclar el metal, no tendremos problemas.

-Como digás- Dijo Vlad, besando el crucifijo que llevaba al cuello.

-Por favor, Vlad...no empieces con todo eso otra vez.-Pidió Nicolás.

-Pero si él lo vé todo, Nicolás.-Repuso Nicolás preocupado.

-La muerte me separa de tu dogma.

-Tu mismo, voy a organizarlo .-Dijo Vlad, cansado de oír a su amigo.

Durante los siguientes días, los habitantes de Tártaro fueron movilizados en masa por las elocuentes palabras de su líder.

60.
<<Nuestra supervivencia está en juego, por eso espero vuestra ayuda>>
Esas fueron las únicas palabras de animo, provenientes de Nicolás.

Cuatrocientos hombres se pusieron al instante bajo las órdenes de Vladimir, completando en dos semanas la tarea de reparar la red eléctrica y del agua.
Solo cuando la planta de producción de alimentos estuvo completamente reparada, Nicolás accedió a encender el reactor.

-Toma- Dijo este tendiéndole a Vlad una bolsa de tela- en estos cuatro meses, he podido reproducir unas semillas de crecimiento rápido.
En semana y media tendremos una cosecha de maíz transgénico y quiero que la plantes ya. Activemos el sistema.

Nicolás se giró a Mark sonriendo, y como si fuera un emperador romano...alzó el pulgar.

-Enciende esa belleza, Mark.

Katia observó como su amigo tecleaba las órdenes en el arcaico ordenador, mientras Nicolás miraba con tremenda impaciencia. Levantó las manos del teclado, y sonrió. En su cara estaba escrito un sentimiento de satisfacción muy grande, le agradaba mucho el trabajo que habían estado llevando a cabo esos meses en Tártaro.
Ayudar a Nicolás a reconstruir la ciudad había sido un trabajo agotador que les había ocasionado muchas noches sin dormir, jornadas sin comer, y había conseguido que cada uno de olvidara de sus preocupaciones, dejándose llevar por su ardua labor.
Mark se besó el dedo índice, en un gesto de victoria.

-Hágase la luz- Dijo.

Pulsó lentamente Enter, y la pantalla del ordenador se puso verde.
Se mostraron en pantalla gran cantidad de líneas de código, que rápidamente ejecutaban las instrucciones que Mark le había dado al programa informático.

La pantalla se apagó y el generador comenzó a vibrar con fuerza.
Cuando el más grande se puso en marcha la sala tembló durante un instante , hasta que se estabilizó.

Los cables que transportaban la energía, se electrificaron con un aura de chispas azuladas.
Silbaban con el agudo, e inquietante sonido del alto voltaje, que le ponía a Katia los pelos de punta.

-Tenéis lo que hay que tener, chicos.-Repuso Nicolás, mientras salía de la sala.- Sí.

-¿Qué habrá querido decir con eso?-Inquirió Mark levantándose de la silla.

-Pues algo que no nos habrá explicado.-Repuso Katia encogiéndose de hombros.

61.

En los sucesivos días se olvidaron de preguntarle a su amigo respecto a ese tema. Poco a poco reconstruyeron Tártaro, mejorando notablemente el nivel de vida de la ciudad.
Cavaron un nuevo subterráneo y allí se construyeron más viviendas, para terminar derribando las diez mil chabolas de pladur y chapa de la superficie.

La calma volvió a reinar y la ciudad volvió a una tranquilidad bastante relativa.

-¿Sabéis?-Les dijo Nicolás un día- Ahora que todo va tan bien, me he llegado a plantear sintetizar un poco de enzima del olvido...y borrar todo lo que piensan de mí, exterminar la fe
y terminar por implantar el idioma universal.

-¿Y?-Preguntó Vlad con interés.

-Lo dejaré tal cual.-Repuso, sonriendo amargamente- No soy quién para decir que debe creer la gente, ni para manipular sus recuerdos con un arma química. Que piensen lo que quieran.

-Eres muy diferente a tu hermano.-Dijo Mark.

-A vosotros dos, debo deciros algo. Me habéis brindado la oportunidad de alzar de las sombras la ciudad que he gobernado tantos años y podéis decir ya que sois amigos míos.
Sin embargo tenéis mucho valor, por eso quiero haceros una pequeña revelación. Vlad.

-¿Sí?-preguntó su amigo.

-Sincroniza todos los equipos de audiovisuales a dentro de una hora. Voy a hablarle a la ciudad y quiero que todos me escuchen.

-De acuerdo-dijo mientras salía de la habitación.

Nicolás cerró la puerta del ascensor, y tras abrir uno de los armarios metálicos, le tendió a Mark una carpeta .

-¿Papel?-Inquirió tras abrirla.

-Leedlo, por favor-Pidió él.

-No podemos- repuso Katia- está en inglés.

Nicolás resopló, tiró la carpeta al suelo y se sentó frente a sus amigos.
Se abrió la camisa y se sacó un colgante, hecho de cristal. Tenía forma rectangular, con un color que variaba entre el azul al gris. Brillaba con cierta intensidad , y suscitaba con creces la curiosidad de los dos amigos.

-A la vez que el gobierno perfecto, antes de la catástrofe, los gobiernos impulsados por la ONU crearon un proyecto de alto secreto. El génesis. Y espero que prestéis atención, esto es muy largo, y solo quiero decirlo una vez.
62.
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fanto
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por fanto »

The Buddha escribió:
Spoiler: Mostrar
Estéril soledad, vil laberinto,
litros de turbia sangre derramados
por los ojos; insomnio infinito.
Inútil llanto mil veces gemido
si ser mil veces pasto de las llamas
verdes de una esperanza que no llega,
cautiva entre las garras de la muerte.
Escapa, sol de invierno, razón esquiva
de mi vida sombría, pura carroña,
ambrosía de poetas leonados.
No puedo ya esperar tu escalada
de los vastos infiernos, a buscarte
peregrino en la horca voy montado;
mañana será tarde, antigua amiga.
Un soneto un con un tono un tanto desgarrador, si no se entiende explico su significado, pero sois todos muy inteligentes y no hará falta, ¿no?
Buen poema, soneto con versos blancos y endecasílabos y no muy cargado de recursos, me ha gustado. Creo que mas o menos lo he pillado, hablas de la muerte como forma de escape de la soledad y de la tristeza del invierno, no? Bueno que sepas que no eres al único que le gusta la poesía por aquí yo pronto intentare colgar algo.
pd: este poema me ha recordado a los de baudelaire, ¿has leido "Las flores del mal"? Si no lo has hecho te recomiendo que lo hagas te gustara es de tu estilo.

Un Saludo
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Sacha
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Sacha »

No sé porque escribo semejante truño; pero de una cosa estoy seguro niños no mireis el amanecer u os reblandecerá el cerebro :lol: . Esto ni es un poema ni es nada aún así lo tendreís que soportar.(Si alguien quiere matarme por semejante aberración bienvenido sea; hasta le doy un arma y todoXD)
Spoiler: Mostrar
No voy a negarte
que por egoísmo fúe
por lo que me largué de tu lado;
pero no por esa clase de egoísmo
del que tanto hablan los poetas:
No fué por ser incapaz de retenerte junto a mí.
No fué por evitar que encontrases la felicidad en brazos de otro.
No fué por que te burlases de las miserias que me consumen.
Tampoco porque no me gustasen ni tu físico ni tu personalidad.

Fué porque no tengo porque malgastar mi tiempo
esperando en tu portal para ni siquiera poder hablarte,
esperando que te acordases por lo menos de quien coño soy cuando te llamaba,
esperando un simple "No" que nos librase de tener que seguir viendonos
y lo más importante, porque no tengo que agonizar
por algo que nisiquiera te importó.
PD: Fuera coñas, hoy estoy idiota; si alguien me lo pide por MP borraré este truño con gusto.

EDIT:
HeisenBear escribió:Alguien está ñoño por lo que se ve.
Expresa bien el dolor y la angustia de una relación así, muchos que lo han vivido sabrán encontrarle el gustillo.
Sobre la forma, no es algo concreto, pero cambiaría las formas de como lo has dicho, intentando hacer una poesía. Se me ocurren varias metáforas que podrían quedar guay.
Pero no lo borres, hombre, que para eso se postea aquí.
Recalco HeisenBear, estaba idiota; ñoño sería si fuese reciente pero a la tía la deje hace un año(sin contar con la vez que "quedé" con ella para librarme de la familia/devolverle la gracia).
No me atrebí a rimarla porque se me hacia muy empalgoso y porque (sinceramete esta fué la verdadera razón) se me dá como el culo.
Viendo que nadie se queja; mi primer(y seguramente último) inteto de poesía se queda. Cualquier ayuda para enderezar este entuerto será bienvenida.XD

PD: Me siento extraño, por primera vez no se me censura al mostrar algo de humanidad.
No estoy llorando cabrones.XDDD

PD2:
Sobre la forma, no es algo concreto
HeisenBear no sabes cuantas veces y en cuantos ambitos distintos me han dicho practicamente lo mismo. :gota:
Última edición por Sacha el Sab Mar 24, 2012 10:42 pm, editado 1 vez en total.
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por HeisenBear »

Sacha escribió:...
Alguien está ñoño por lo que se ve.
Expresa bien el dolor y la angustia de una relación así, muchos que lo han vivido sabrán encontrarle el gustillo.
Sobre la forma, no es algo concreto, pero cambiaría las formas de como lo has dicho, intentando hacer una poesía. Se me ocurren varias metáforas que podrían quedar guay.
Pero no lo borres, hombre, que para eso se postea aquí.
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Piticosi »

yo tambien gane algun concurso escolar, y en YT publique una serie en la que llegue a tener unos 400 lectores (no mucho, pero a mi me hacia feliz ^^) pero ultimamente he cambiado mi necesidad de escribir (para mi era una necesidad) por la de dibujar, mi sueño seria publicar un manga, pero se que es muy dificil... demasiado.
Ya no puedo más, es cierto, creo que voy a estallar... echaré a correr, si quieres acompáñame...

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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por The Buddha »

Homenaje a J. K. Rowling

Por la ventana, tú, ave de amplios ojos,
Anuncias asilo a mi alma dormida.
Gozo, encanto; deja que me despida
O no, pues son sólo crueles despojos.
Cuna de la Ilustración, mi varita
Baila al contemplar tus ventanales,
Derrítese al admirar tus portales
De roble y el cielo que mi alma excita.
En la ardiente oscuridad el demonio
Resiste ante mi inminente llegada;
Cicatriz, quema, me produce imsomnio.
Compañeros, de mi maestro espada
Que pronto ha de darle muerte. Resquicio
En su tétrico rostro y en su mirada.
Última edición por The Buddha el Vie Abr 13, 2012 9:43 pm, editado 2 veces en total.
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por fanto »

Allá va un poema que me inspiró One Piece y que escribí en un momento del tirón. La métrica es un desastre, quería arreglarlo pero al final decidí no hacerlo, espero que os guste.

Oda a Bellmere

Mujer valiente de guerra y batallas
dejaste la marina, colgaste las espadas
te fuiste al east blue a vivir acomodada
para criar a dos niñas en un campo de naranjas.
Llegaron malos tiempos, llegaron los piratas
que venían de las profundidades y odiaban la raza humana
ni negaste a tus hijas ni dudaste en plantar cara,
cincuenta por cabeza pagaste sin poder hacer nada
sacrificando tu vida frente su aguada mirada
después de un "¡Os quiero!" caíste ya de espaldas
con plomo en el pecho volando las sandalias.
¡Oh!Bella dama,
mujer guerrera,
tierna madre
de cabeza rapada
lo diste todo por ellas pero fueron capturadas
y durante años, por salvar su pueblo, fue obligada
a servir a tu asesino robando y haciendo mapas
mas no sufras pues tu muerte al fin sera vengada
el pueblo salvado y tu hija liberada
cuando pase por aquí el próximo rey de los piratas.
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por The Buddha »

@fanto La verdad es que, entendiendo sus errores formales, me ha gustado el poema. Con el tiempo, si mejoras, podrás escribir una poesía muy buena.
Quo usque tandem abutere, Oda, patientia nostra?
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por HeisenBear »

¿Cómo recuperar el tiempo perdido?
¿Cómo saber que deparará el futuro?
Sus manos me gritan que me quede
Sus ojos grisáceos, hace tiempo que se han ido

Mano blanca, fría como el hielo
aferrada a la vida
no encontrará consuelo

Pues el alba ha llegado
su tiempo expira
Su cuerpo se eleva, flota
desaparece, vacía de vida

¿Volveré a verte? Me pregunto
Grito al cielo,
que teñido de rojo
hace llover sangre sobre ese cuerpo dormido

¡Responde!¡Dime algo!
No me dejes solo ahora
Necesito saberlo
no aguanto la demora

Gira, tornea, sonrie
ojos abiertos, con brillo gris
una voz suave arrastra el viento
una voz tenue, que susurra "si"..
Errores humanos #1

Creo que queda patente el hecho de que necesitamos caer en gracia a los demás. Necesitamos que alguien nos de su aprobación para sentirnos satisfechos. Tan baja es la autoestima en una sociedad como la que vivimos y somos, que no sabemos reconocernos a unos mismos. Es muy triste como la gente intenta poner en redes sociales frases graciosas o curiosas para que la gente le diga lo original que es, lo que le gusta eso que hace, o lo malo que es el chiste que puede haber contado, o sube fotos esperando que alguien le diga algo, bueno si puede ser. Siempre necesitamos que nos digan lo buenos que somos en algo, y si en vez de eso nos critican negativamente nos hundimos y nos venimos abajo. Nos falta personalidad, autoestima, valoración y amor propios. Y no seré el hipócrita que muchos pensarán, que a mí el primero, que por algo estoy escribiendo en un foro.
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Marty McFly »

@fanto: Suelo leer lo que se escribe por aquí y no postear porque no tengo mucha idea de qué decir y menos corregir. Peeeeero tu poesía me ha llamado la atención por el personaje a la que está dirigida, y para decirte más de un "mola", te diré algunas cosas que me han chocado y que te pueden ayudar.
Mujer valiente de guerra y batallas
dejaste la marina, colgaste las espadas
te fuiste al east blue a vivir acomodada
para criar a dos niñas en un campo de naranjas.
Las rimas de acomodADA y narANJAS me chocan bastante, y rompen con las dos primeras.
Llegaron malos tiempos, llegaron los piratas
que venían de las profundidades y odiaban la raza humana
ni negaste a tus hijas ni dudaste en plantar cara,
cincuenta por cabeza pagaste sin poder hacer nada
sacrificando tu vida frente su aguada mirada
después de un "¡Os quiero!" caíste ya de espaldas
con plomo en el pecho volando las sandalias.
Quitaría el "los", para que no parezca que te has quedado sin espacio y sigues la frase mas abajo. A el "ni negaste a tus hijas" no le veo mucho sentido, me pega más un ni renegaste de tus hijas, o ni cediste a tus hijas. Y meter un punto o dos en la estrofa la haría más coherente.
¡Oh!Bella dama,
mujer guerrera,
tierna madre
de cabeza rapada
lo diste todo por ellas pero fueron capturadas
y durante años, por salvar su pueblo, fue obligada
a servir a tu asesino robando y haciendo mapas
mas no sufras pues tu muerte al fin sera vengada
el pueblo salvado y tu hija liberada
cuando pase por aquí el próximo rey de los piratas.
Aquí me choca lo de "cabeza rapada" cuando estás hablando de características globales de Bell-mère, y de repente metas la cabeza xD El "fue obligada" te lo remarco para que diferencies a Nami de Bell-mère.

Quitando estos detalles propios de un pejiguera con algo de tiempo libre, el personaje elegido y lo que has resaltado de ella me ha gustado mucho. Con dos retoques y ajustando la métrica te puede salir algo muy bueno.

EDIT: Ya, supongo que querías hacer encabalgamiento, pero parece más que te has quedado sin espacio en vez de que quieras continuar la frase más abajo, o esa impresión me da a mí. Sobre el resto, me choca; si es tu intención, lo has conseguido.
Última edición por Marty McFly el Dom Abr 08, 2012 11:50 pm, editado 1 vez en total.
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por fanto »

Lo primero gracias por leer y criticar mi poema :) . Te doy la razón en lo de que he tenido varios fallos de expresión como lo de "fue obligada" debido a que no lo depure, lo subí tal cual me salió. Por otra parte lo de la cabeza rapada lo hice aposta, incluir un rasgo físico en una descripción psicológica es un recurso poético. Y lo de cortar una frase entre dos versos es una figura retórica que se llama encabalgamiento. Con lo de la rima nose que quieres decir, naranja y
acomodada riman de forma asonante, ya me gustaria ami ser tan bueno para hacer rimas consonantes... :lol:
Me gusta ver que hay gente por aquí que se interesa por la poesía, pronto intentare subir otro poema inspirado en one piece si me sale. :wave:
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Re: Jóvenes escritores

Mensaje por Mey »

Hace ya tiempo que dejé de escribir, ya fuera por falta de inspiracion y menos tiempo libre, el caso es que cada vez menos oido esas palabras que me susurran. Pero puestos a recordar viejos tiempos, dejo alguna cosilla propia. Yo lo llamo poesía personal o bizarra, no sigo orden, solo fuerza en las palabras, que a veces tienen una ligera rima.

Spoiler: Mostrar
Esperanzas
Por mucho que las palabras vuelen
a los brazos de mentes poco adiestradas
en estar preparadas para lo casual o consencuente,
el giro que se torna en este alma
descarrila cualquier apariencia definida
asentada en un lecho duro y verídico.

Por mucho que esas alas se corten
dando paso a la franqueza y el instante
se aparece en escena la evidencia infranqueable:
el futuro en ocasiones se ve menos nublado
si su poco nitida imagen la marca tu semblante.
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Indefinible
Pertenezco a esa raza incorregible
Que se juzga por sonreir demasiado,
Que crece al lado de un sueño derrochado
Y se envalentona arma en mano.

Me acurruco entre amaneceres
Y derramo lágrimas azarosas
Que limpian la impureza de mi alma,
Desgastando la sonrisa de tus amores.

Conozco esos semblantes distraídos
Y me pregunto: cual será el elegido,
Mientras escucho el gemido
De alguna alma lejana y encendida.

Soy de las que sufren demasiado
A ras de suelo y a contrabando,
Mientras sonrío o acaricio
La piel que se reserva a clamor ajeno.

Mas como pez olvidadizo
Retiro la vista ausente al cielo,
Deseando lo que no pensé,
Respirando entre tus desconsuelos.
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