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¿Quién es Joni D.?
«Un ser humano que hoy da esta entrevista porque en su juventud tenía inquietudes poco habituales para la época», responde. «Un individuo que formaba parte de un colectivo que buscaba la autodestrucción y que salió de allí por la necesidad de expresar todo el mal rollo que nos ofrecía el sistema social. Y lo más importante: un punki que, con 16 años, participó en la primera okupación que se produjo en el Estado español. Fue en 1984 en Barcelona».
Joni D. es Joni D. Sin apellidos ni filtros. Aunque, en realidad, se llama Jesús Sahún y nació en Barcelona en 1968. Fuera del mundo capitalista es un activista político popularmente conocido como el «padre del movimiento okupa». Un concepto que aprendió de adolescente en un palacio okupado de la Via Giuseppe Garibaldi de Milán y que decidió trasladar a España. Pero el punto de inflexión fue diciembre de 1984, cuando El Periódico de Catalunya le sacó en portada junto a sus compañeros. «Nacen en Barcelona los ocupa-pisos», rezaba el titular. Todo cambió desde entonces. Tres décadas después, ya dentro del sistema que tanto critica, Joni se ha transformado en un empresario con un sello discográfico, además de representante de artistas, cantante, escritor... y un catalán más con una hipoteca que pagar.[...]>>
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Personalmente, no voy a ser falsario y decir que tengo un pleno respeto por el derecho de propiedad. Pues de otro modo, no leería gratis todas las semanas One Piece, sino que me esperaría a que una editorial que comprase los derecho lo publicase todo e iría ahorrando para efectuar la adquisición correspondiente. Ahora bien, no creo que el movimiento Okupa llegue a ser nunca plenamente exitoso en España: seguramente haya mucha más comprensión hacia sus fines después de la Crisis que antes, pero durante años, el sueño de todo trabajador español ha sido ahorrar para pagar la hipoteca de su casa, y si podía, de una segunda vivienda, que muchas veces se aprecia como una inversión con cuyo futuro alquiler complementar la pensión de jubilación. Para muchas de esas personas, por lo que aprecio en mi contacto con la gente, no creo que eso haya cambiado: el movimiento Okupa tiene todo un mundo cultural al que enfrentarse si desea sobrevivir o, precisamente, dejar de ser algo <<contracultural>>.
Un saludo